La
noche del pasado 16 de febrero, tuve el gran honor de poder compartir escena
una vez más con colegas poetas y amigos cantautores, la cita estaba pactada
para las ocho de la noche, era el concierto del cantautor Pablo Vélez quien
presentaba su primer single titulado “Si no hubiera amor”, cuyo videoclip
se había lanzado dos días antes del concierto y que hasta ese momento ya
superaban las seiscientas visitas en YouTube. Pero la historia de cómo llegué a
formar parte de esta historia se remonta un poquito más atrás.
Había
coincidido con Pablo en un par de presentaciones en el 2018, una de ellas y la
más resaltante fue la del 20 de diciembre de ese mismo año, fecha en el que el
sello editorial que me representa grupo
editorial gato viejo realizaba su último evento del año, y ahí estuvo Pablo
Vélez como cantautor invitado para dicho evento al igual que otros de sus
colegas, pero fue precisamente este 2019, en el primer evento organizado por la
editorial lo que me llevó a la gran experiencia de viajar fuera de Lima hasta
Chimbote para presentarme en lo que sería el inicio del Tour gato viejo 2019, en el bar Barba negra de dicha
ciudad norteña. Fue en ese fin de semana de gran confraternidad de autores y
cantautores que llegaríamos a estrechar aún más los lazos con Pablo quien al
mes siguiente, los primeros días de febrero me escribió para invitarme como
poeta en la presentación de su último tema, más que encantado por la
invitación, acepté.
Llegue
media hora antes al local – Portón de Quilca – y al llegar encontré a Pablo
fuera esperando la apertura del local, se encontraba acompañado de uno de sus
colegas quien además lo acompaña en la interpretación de su tema, Marco Loyola.
El local abrió sus puertas cerca de un cuarto para las ocho de la noche así que
entramos, al poco rato llegó uno de mis colegas escritores y compañero del
sello editorial, Hugo Machuca. Ocupamos una de las mesas y conversamos un poco
sobre algunos proyectos editoriales que teníamos en mente mientras que los
muchachos ahora también acompañados de otro colega suyo, Johel García, iban
haciendo pruebas de audio y sonido, la noche tenía que ser redonda y las fallas
no tenían carta de invitación y así lo comprendían muy bien mis amigos los
cantautores. El local se veía aún vació a las ocho de la noche pero minutos
después todo eso cambió. La gente de a pie se fue animando de a poco a ingresar
al local y a disfrutar de lo mejor que teníamos para ofrecerles: nuestro arte.
Tenía
previsto salir con dos poesías que tengo escritas y aún pendientes de
publicación pero que saldrán en mi siguiente poemario y un tercer poema de mi
primero libro La tinta del alma,
publicado en abril del 2018. Luego de que uno de los cantautores invitados por
Pablo, Hugo Legonia abriera el evento con su música, la poesía hizo su
aparición en la voz de Shánire Ramos quien a pesar de que aún no da el salto al
papel, siempre nos acompaña con lo mejor de su arte a los eventos y ahora no
llega sola, luego de ello y tras un ligero debate entre Hugo y yo, decidí
seguir en el orden de salida, una vez en el escenario la adrenalina de siempre,
estar frente a tanta gente que muchos por primera vez te ven y escuchan siempre
es un honor, un sueño de muchos años que ahora puedo vivir a plenitud, siempre
tratando de divertirme en escena y tratar de divertir a quienes me escuchan. Lo
que vino después fue más música y poesía de la buena.
El
evento cerró pasado las diez de la noche con Pablo en escena en compañía de
Marco y Johel en el acústico, la interpretación del tema fue genial, cantado
por varios y al final aplaudido por todos. Gran noche que espero repetir y que
más temas como este nos alegren la vida.
Si aún no has visto el vídeo, puedes verlo dando clic en este enlace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario